dilluns, 28 de gener del 2008

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3 comentaris:

rafael ha dit...

Ni gratis, quiero a esta tia...aun tendria la desgracia, de que le explote una de esas tetas de silicona y costarte la torta un pan. Quita, Quita. ¿ Que te apuestas, que Montilla pica ? besitos

Anònim ha dit...

Continua la gran casa de putas electoral. ¿Quién paga más?
Las nuevas promesas del PSOE y el PP para las elecciones de marzo son de auténtica vergüenza.
Parece que hemos entrado en una subasta electoral donde todo vale para conseguir los favores del electorado.
Un auténtico insulto a la inteligencia de los votantes y una falta de respeto a los valores democráticos. No hay diferencias entre los dos principales partidos. Los dos candidatos se intercambian propuestas de rebajas fiscales y concursos de cifras.
ZP promete devolver 400 euros a todos los contribuyentes. ¿Es esa una propuesta de izquierdas? ¿Devolver a todo el mundo 400 euros independientemente de lo que tribute les parece a ustedes una propuesta justa? A mí me parece la manera más descarada de comprar los favores del electorado. Un nuevo populismo de rostro amable.
Por su parte, Rajoy sube la cifra de guarderías públicas. Si el otro día ZP prometía 300.000 plazas, ayer el candidato popular prometió 400.000. ¿Ahora no se le rompe a Rajoy la caja de la Seguridad Social? ¿Por qué pusieron tantas pegas unos y otros a la propuesta de IU para universalizar la enseñanza de 0 a 3 años que finalmente prosperó en el Congreso.
¿Por qué no dicen que eso es una propuesta de IU aprobada ya en las cortes?
¿Todavía siguen pensando algunos que el voto útil es el voto al PPSOE?

Anònim ha dit...

Suena bien. Aguinaldo en marzo: 400 melosos euritos para los que nutrimos la voracidad de la abeja reina estatal. Todas las obreras cotizan y, de rondón, algún zángano. Esto promete: no ha empezado (¿?) la campaña electoral y la subasta de promesas está como nunca ¿Quién da más en cada mitin, en fin de semana que tiene más eco?
La última del presidente se sale. Cuando intuimos la pendiente económica llega Zapatero y promete repartir 400 euros a todos los que cebamos a Hacienda, la pública, la que paga sea mediante autonomía interpuesta o directamente los servicios del Estado: educación, sanidad, infraestructuras... De un socialista cabría esperar, según los cánones, que igual que pagamos más (a regañadientes) en función de lo que ganamos, que predicara y practicara solidaridad real: políticas redistributivas de la riqueza.
Bueno, vale, sí, algo aunque justo antes de las elecciones suelta que la caja común rebosa y promete dividendos ¿No parece lógico que reciban más los que menos tienen? ¿Si hay hambre, a un tío de izquierdas se le ocurriría distribuir un kilo de pan a todos por igual? ¿Mismo trato a despensas reventonas que con telarañas? Cuatrocientos euros: ¿premio gordo, pedrea o reintegro? Vender así progresía es una desfachatez. La gabela electoral costaría unos 5.000 millones. Ha tiempo que debió invertirlos en quienes más los necesitaban. ¿Sobornos electorales? No, gracias.